viernes, 14 de septiembre de 2012

Mi bondi y ellos



Es solo otro viaje, solo otro bondi, solo otro día. Pero no puedo parar de preguntarme. De preguntar.
¿Quién será aquel señor que acaba de cruzar?.. Debe llamarse José, o tal vez Nestor. Sí, bien podría pasar por Nestor. ¿Porqué cruzara? ¿Porqué no querrá quedarse en esa vereda?.. ¿Porqué usa camisa?
¿Y ella? Esa nena. ¿Qué será de ella? ¿Cómo será su casa? ¿Cómo la trataran sus padres?... La llamaré Martina. Por estos próximos 2 segundos por los que pasará al lado de mi colectivo, ella será Martina. Me pregunto si en 20 años le miraré el culo. Y, en esos 20 años, ¿tendré una mujer?, ¿Me retará por mirar a la joven que acaba de pasar?.... Pobre Martina, la causa de una disputa entre una pareja de adultos, y ella ni siquiera lo sabe.
Acaba de cruzar un señor de bigotes franceses y un saco marrón. Ricardo. No hay duda, ese es un Ricardo. ¿Habrá mirado a los árboles en aquellos tiempos en que sus padres lo llevaban a la plaza? ¿Podrían esos mismos ojos que veo ahora, distraídos por el reflejo del sol sobre el asfalto, haber presenciado otro continente?  ¿Habrá visto Europa? ¿Habrá leído a Camus?
Un mensaje. "Ya llegué, te espero en la esquina". Fascinante. Una persona a la cual no veo, está esperándome a mi, en un lugar en el cual no estoy. ¡A mi! Todas estas cuadras llenas de misterios que voy recorriendo, y en mi destino, al cual no tengo la certeza de llegar, ya hay una persona esperando. ¡Ya hay alguien! Antes no estaba, y yo tampoco, y en instantes estaremos los dos. Y Ricardo habrá cruzado Corrientes y Callao, y Martina habrá besado a su muñeca en Scalabrini Ortiz y Camargo. Y yo los vi. Y en unos años me preguntaré que habrá sido de la camisa de Pedro... ¿O era Nestor? ¿Porqué será que Nestor siempre parece frustrado cuando lo recuerdo? ¿Lo habrán despedido?.... Quizás debería hablar con Ricardo. Él sí que parecía un señor dispuesto a ayudar a la gente con unas palabras. Quizás Martina algún día sea su alumna...
Ese hombre que está sentado detrás mío me esta irritando. Siento su mirada en mi nuca. ¡Imbécil! ¡¿Acaso no ve que Martina no podrá ir a la facultad?! ¡¿No se da cuenta que nunca escuchará una clase de Ricardo?! Que idiota. Sin duda es Julian. O a lo mejor Lucas. Estará yendo a tomar una cerveza con su novia. Pero apuesto a que no sabe que ella le está por despachar. Sí. Pobre Lucas. Pobre e ignorante Lucas. O quizás Julian.
Ahí está el puente. Me paro y apreto el botón. Lucas me mira fijo. No lo veo, pero lo sé. Y Ricardo ya llegó a su casa, y Martina está llorando en su cama. Por su parte Nestor estará haciendo las compras; tan típico de él.
*bzzzzt*
Bajo a la calle. ¿Quién lo hubiera dicho? No hay nadie en la esquina.